Último día en Areguy (28 de Mayo)

Bueno da comienzo el ultimo día en Areguy, por la mañana he ido a visitar el pequeño barrio donde viven algunos profesores de la escuela, las enfermeras, el médico, los Agrónomos cuando vienen o visitas que puedan venir. Ellos han montado un límite de esas casas, como lo que sería una cooperativa de viviendas allí. Hemos visitado algunas casas más y charlado con las personas. Después he acompañado al Sacerdote Jesuita Marco al Centro de Salud para que lo conociera. Marco es un Jesuita que ha pasado cerca de 40 años en Bolivia con los Quechuas y otros indígenas que ahora no recuerdo el nombre, 10 años en Roma en la casa general de los Jesuitas y ahora lleva año y medio, como él dice desintoxicando de los 10 años en Roma. Ya me ha contado batallas de su tiempo por Bolivia y como quiere regresar allí, porque él se siente Boliviano.

Por la mañana en el desayuno se han sorprendido gratamente de que tuviésemos un jamón tan bueno. Como todos los años he traído lomo, chorizo y jamón. Alimentos que aquí en Haití es casi imposible de conseguir, les he contado como me revisaron la maleta en la aduana de entrada a Haití pero sólo una de las 2 que traje. Me pidieron de abrir una de las 2 maletas y puestos a elegir les abrí la maleta que no contenía los embutidos. Si me llegan a ver el jamón, seguramente no hubiese llegado todo a casa de las hermanas. Aquí, en casa de las hermanas se come bien y obligan a que uno coma. Recordando el dicho de Agathe » Tienen que comer, porque si ustedes no comen, Haití mata» si no guardas una buena alimentación es más probable que uno enferme o contraiga alguna enfermedad o que le afecte más por tener las defensas bajas. Y bastantes enfermos visitan el Centro debe Salud como para tener que acudir nosotros también.

A la tarde he tenido mi última reunión con el Comité del Agua. Ha sido interesante y productiva. Ellos están asustados porque el rio ha llegado a uno de los Reservorios del Agua potable y temen que el agua del rio en una próxima riada lo dañe y se queden sin agua potable. Se están moviendo en busca de un tractor para hacer un muro de piedra, aunque sea algo provisional hasta construir un gavión al otro lado del rio para tratar de canalizarlo y que no rompa el reservorio ni la tubería, ya que eso sería un problema irreversible y echaría por tierra todo el trabajo y el dinero invertido hasta ahora.

El segundo tema ha sido la necesidad de agua para regar. Ellos ven 2 alternativas, una coger agua del rio y con ayuda de un motor hacerla subir a un punto alto y construir unos canales para hacer llegar el agua a todos los sitios. Otra posibilidad que vieron en una de las visitas a otra comunidad, recoger el agua de las lluvias y hacer unos reservorios grandes de agua y canalizar para hacer llegar el agua a todas las pequeñas comunidades. Les he dicho que antes de dar con la solución técnica, toda la comunidad tiene que ser consciente de la necesidad de hacerlo. Que es muy importante explicar a quienes se vean afectados por los canales que pasen por sus tierras de la importancia, de mantenerlo en buen estado y respetarlo. Ellos dicen que son conscientes de ello, que tienen que hacerse cargo del mantenimiento y buen funcionamiento. Que tienen que hacer reuniones antes de acometer la obra y hacer seguimiento. Que el Comité será responsable de todo ello, de hablar con la comunidad y de conseguir las tierras.

Al finalizar he hablado con Rothin para que hablara en ODKA con las personas que se han beneficiado del proyecto de habitabilidad básica. Hoy he visto el barrio donde viven los profesores de la escuela y sus familias y desde Arregialde vemos interesante que la gente del proyecto de habitabilidad básica, se reúnan, compartan dificultades, cosas positivas, como mejorar y futuras necesidades.

A la noche me he acercado a la iglesia, allí estaban Kede y Kendi hemos estado hablando bastante y finalmente me he despedido de ellos, mañana toca madrugar para marchar a Puerto Príncipe. Aquí termina un nuevo día en Areguy y de esta forma pongo fin a 25 días de vivir Areguy de compartir experiencias con sus gentes, de trabajar en la escuela y en el Centro de Salud. Llegué con 2 maletas llenas y me voy con un montón de experiencias vividas, muchas ideas en la cabeza y mucho trabajo que compartir con mis compañeros de Arregialde y Lanbi. Seguiré escribiendo las peripecias del viaje de vuelta. Aún me quedan 2 días de viaje hasta llegar a Bilbao.

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