«No hay salvación fuera de los pobres», Jon Sobrino

A media tarde me habían informado del número de gente que había confirmado su asistencia a la charla, nada más y nada menos que 550. Efectivamente la Iglesia donde se desarrolló la charla estaba abarrotada, gente en el coro, en lo bancos, los pasillos, las escaleras del altar,…Con la aparición de Jon Sobrino hubo un gran aplauso de los asistentes, a veces no hace falta hablar para decir grandes cosas, el aplauso cálido y cariñoso con que Jon fue recibido lo dijo todo.

JonSobrino

 

El teólogo vasco-salvadoreño en su charla presentó su última obra “No hay salvación fuera de los pobres”, y la hora de exposición la centró en explicar el sentido de esta provocativa y sugerente frase. En primer lugar situó el contexto en el que vivimos hoy en día, y en palabras de Ellacuría definió a esta sociedad como “civilización enferma”, una civilización que condena a continentes enteros a la más absoluta de la pobreza. Una civilización que a los inmigrantes “les niega la tierra bajo los pies”, y donde “los pobres son silenciados, no tienen nombre”. Una sociedad que gasta miles de millones de euros en armamento. Pero lo peor de todo, en opinión de Jon, es que es un planeta que estaría capacitado para erradicar la pobreza del mundo, ya que hay recursos suficientes. Por eso la propuesta es construir una sociedad fraternal, de hermanos, donde todo el mundo tenga asegurado las necesidades básicas. Y esto no es posible si no se hace desde y junto con los pobres, dándoles el protagonismo y la dignidad que les corresponden.

Sin duda fue una exposición interpeladora, que, por lo menos a mí, dejó muchos interrogantes en el aire, especialmente interrogantes que surgen a partir de nuestro modo de vida, que dista mucho de ser fraternal y austero.

2 thoughts on “«No hay salvación fuera de los pobres», Jon Sobrino

  1. Eneko

    La verdad es que testimonios de personas como Jon Sobrino vienen a refrescarnos la memoria, a despertarnos de nuestro letargo.
    Vivimos en una sociedad en la que el ritmo de vida es altísimo, y eso condiciona nuestro tiempo para refrescarnos la mente, forjar nuestro pensamiento, replantearnos nuestro estilo de vida…
    Veo estos mensajes y testimonios, como bengalas que un naúfrago manda desde su isla desierta, para que los barcos podamos ir a rescatarle. Cuando estos testimonios van acompañados de una vida entregada, su calado es mayor, como es el caso. En definitiva, eskerrik asko por tu vida y testimonio Jon!!

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