Fruto de la colaboración de varias entidades se ha podido poner en marcha un interesante proyecto en Arregy, que venía tiempo siendo demandado por la población, la reforestación.
Desde nuestros comienzos, y primeras visitas a Haití, pudimos comprobar in situ el alto grado de deforestación que existe en el país. La sobre-explotación maderera en época de colonia francesa, dejó al país con menos del 10% de su superficie forestal. Tal es el caso, que Haití era la colonia más rentable del inmenso imperio francés de los siglos XVII y XVIII. Este hecho, junto con el hecho de que la madera es el único combustible que la mayor parte de la población haitiana puede usar en sus cocinas, no hace sino empeorar el porvenir de la superficie forestal haitiana.
Los bosques juegan un papel esencial en el entorno. No sólo tienen importancia en cuanto a la compensación del CO2 y liberación de Oxígeno a la atmósfera, sino que su función es vital en el mantenimiento de las cuencas de los ríos, así como en la estabilidad del terreno. Esto último lo hemos podido comprobar en los múltiples movimientos de tierras que la población de Arregy ha ido soportando durante la épocas de lluvias que anualmente a final de verano tiene lugar en estas latitudes. Estos movimientos de tierras han destrozado hogares, caminos y hasta campos de cultivo que debido a la montañosa orografía del país, son ya de por sí escasos.
Todo esto, hizo que las organizaciones que veníamos trabajando en Arregy tuviésemos siempre un ojo puesto en la reforestación, no únicamente por intuición propia, sino por las reiteradas ocasiones en las que la población así lo demandaba.
El reto era importante, y el vértigo para una organización pequeña y con capacidades limitadas como la nuestra también. Pero esta situación cambió en 2011, cuando Caritas Bizkaia se puso en contacto con Arregialde y Lanbi. Caritas había recogido una importante cantidad de fondos con la campaña del terremoto que había asolado Haití en Enero de 2010, y había decidido dejar parte de los fondos para proyectos de desarrollo que pudieran ser desarrollados por ONGs vizcaínas que vinieran trabajando en Haití con anterioridad. Y ahí, aparecimos Lanbi y Arregialde. La cantidad económica disponible era importante y eso nos hizo rescatar la idea de la tan necesaria reforestación, era el momento ideal para proponerla.
Las conversaciones previas con Arregy no pudieron ser más optimistas. Tanto Hermanas Lauritas como comité Elargy, vieron idóneo la presentación de este proyecto. También su propuesta fue muy clara en el sentido que quién podría llevarlo a cabo con las mayores garantías: IICA. El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) era el agente ideal para llevarlo a cabo. Tenían experiencias previas en muchos países latinoamericanos así como el conocimiento de Arregy a través de varios proyectos que ya tenían en marcha: microcréditos para mujeres, Pro-huertas etc..
Se llevó a cabo la presentación y Caritas aceptó el proyecto con un presupuesto de más de 150.000€, que alcanzaría la plantación de más de 100.000 árboles, la creación de unos 800 pequeños huertos familiares (1 por familia) y el suministro de cocinas con alta eficiencia energética para la reducción del consumo de madera. El proyecto sería dinamizado por un agrónomo que residirá en Arregy mientras dure el proyecto, así como supervisado por los gestores de IICA en Haití. La duración del mismo se estableció en 2 años.
Todos estos previos están teniendo como resultado las primeras actividades que comenzaron a realizarse durante el último trimestre de 2011. Se han creado ya varios semilleros locales de donde van a ir saliendo todos esos árboles que se plantarán en el futuro, y la fabricación de las cocinas ya está en marcha tras la evaluación de varios prototipos de la misma.
Os dejamos unas fotos de este esperanzador proyecto, así como el link de IICA a la noticia en su página Web.
Noticia de IICA